Me senté en un banco de madera que se encontraba en el cruce de dos galerías y me prendí un cigarro, gracias a Dios la ordenanza de no fumar en espacios cerrados no se acataba ya que era relativamente nueva. A mi lado se sentó una pareja que por lo que podía ver habían corrido mi misma suerte. La chica parecía no estar de muy buen humor, el pelo largo y rubio goteaba y en su cara se podía ver una mirada asesina que se posaba en la calle que se dejaba ver en el extremo de la galería y en la cual la lluvia se azotaba. En cambio el chico parecía divertido, en su rostro se dibujaba una sonrisa, y sus ojos azules brillaban. La joven, sentada junto a mi, me miro y muy amablemente me pregunto si podía "prestarle" un cigarrillo, sonreí y saque mi paquete de Marlboro y se lo ofrecí, ella tomo uno y saco su encendedor del bolsillo de su campera. Me incline un poco hacia adelante y extendí mi mano en la que tenia el paquete de cigarrillos en señal de ofrecerle al joven, él agarro uno y me dijo que se llamaba Lalo y que su amiga "la de la mala cara" era Vico. Nos quedamos un rato hablando, esperando que la lluvia nos dejara seguir con nuestros caminos. Creo que paso mas de una hora hasta que decidimos que la lluvia no iba a para y decidimos caminar bajo la lluvia, aun contra la voluntad de Vico.
Ese día empece a conocer a dos personas que aun hoy siguen aguantando mis "días de furia", que es mucho para aguantar, ese día empece a conocer a mis amigos, o por lo menos los primeros que me deparaba la nueva ciudad.
La anécdota es un poco rara, pero quería empezar el blog con algo que me sea significativo, por algo que marca un principio y para quien lea estas lineas sepa que no vengo solo, traigo un "Clan" un poco raro que me gustaría con el tiempo que conozcan.
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